Avivamiento sustentable
18 de diciembre de 2022
La expansión no se detiene, más que nunca estamos agradecidos por un año 2022 que nos ha encontrado como precursores de una trasformación gloriosa en la vida de toda la iglesia. Llegamos a la etapa de finalización del prototipo de congregación que Dios nos llamó a construir, como plataforma de avivamiento sustentable y de envió de discípulos a las naciones.
Entendemos que en esta nueva temporada, el año que nos espera, estará marcado por la consolidación del modelo de iglesia que Jesús viene a buscar y es por eso que la palabra de referencia es: AVIVAMIENTO SUSTENTABLE.
Los avivamientos son un movimiento del Espíritu Santo que crean puentes directos entre el cielo y la tierra produciendo una revolución que desencadena una reforma en la vida de la iglesia, teniendo así un mayor impacto en la comunidad y en el mundo espiritual. Estos no se extinguen, proceden de la misma fuente volviendo una y otra vez para generar un mayor impacto; acelerando el cumplimiento de los tiempos de Dios y preparando todas las cosas para su regreso.
El año 2023 nos encontrará expectantes para atrapar con fuerza ese movimiento y comprender lo que menciona Zacarías 4:6 (NTV) “Entonces me dijo:- El Señor dice a Zorobabel: No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales”
El año 2023 nos encontrará redoblando el esfuerzo en medio de un nuevo impulso del Espíritu. El cual nos llevará a un desarrollo integral de nuestra vida, familia e iglesia, concretando así las promesas recibidas hace mucho tiempo, comenzando así nuevos procesos de extensión y alcance.
1° TRIMESTRE “DESARROLLO” (San Juan – Eclesiastés – Hebreos)
“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Si alguno me sirve, sígame: y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará”.
San Juan 12:24-26 (RVR 1960)
El primer trimestre del año está marcado por un rompimiento. Tenemos un gran desafío por delante que será establecer disciplinas, hábitos que nos impulsen a la concreción del llamado. No debemos dar nada por perdido, un nuevo comienzo desde la muerte. La muerte aquí no es un proceso involuntario, sino que es una determinación individual y conjunta de no conformarnos, de ir por todo lo que Dios nos prometió. Sera un tiempo para disfrutar, logrando una entrega mayor para sentar las bases de una siembra permanente de alegría, la cual tendrá como cosecha el desarrollo orgánico y la prosperidad en todas las áreas de nuestras vidas.
2° TRIMESTRE “CRECIMIENTO” (1° y 2° de Corintios – Santiago – Zacarías)
“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” 2° Corintios 3:17-18 (RVR 1960)
Donde el Espíritu es Señor la vida fluye, los ambientes son transformados habiendo un crecimiento de profundidad y fortaleza. Esta etapa del año será fundamental para el tiempo que vamos a vivir hasta que se cierre este quinquenio. El crecimiento es una marca de referencia de que hay sanidad en el cuerpo, pero debemos estar dispuestos como familia e iglesia para hacernos las preguntas difíciles: ¿Qué cosas hemos postergado o están detenidas? ¿Nos hemos acostumbrado a lo sobrenatural? ¿En qué áreas el Espíritu aun no es Señor? ¿Estamos dispuestos para atravesar la tribulación con gozo? ¿Cuál es la razón por la que arde nuestro corazón?
Nos preparamos para fortalecer el desarrollo, como un tutor que direcciona el crecimiento de un árbol dándole fuerza y protección contra el viento. El Espíritu Santo se revelará en nuestras vidas preparándonos para la siguiente temporada, un tiempo de gran cosecha se aproxima.
3° TRIMESTRE “MULTIPLICACION” (San Lucas – Hechos – Gálatas)
“Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas. Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre si según la necesidad de cada uno. No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iba siendo salvos.” Hechos 2:41-47 (NVI)
Cuando el crecimiento es orgánico, la multiplicación que trae el fruto no tiene desperdicio. Debemos aprender a ser responsables en el tiempo de la abundancia, así como en las temporadas de pérdidas y sufrimiento hemos permanecido con nuestros corazones encendidos, en el tiempo de las respuestas y del fluir del Espíritu debemos sostener ese fuego y entrega para darle continuidad al propósito de Dios en nuestras vidas preparando el camino para su regreso.
Un avivamiento de generosidad, compasión, discipulado y envío será la marca distintiva que trasversalmente tocará cada parte de la iglesia impactando la comunidad.
4° TRIMESTRE “NUEVA VIDA” (Joel – Jonás – 1°,2° y 3° de Juan – 1° y 2° Pedro)
“Entonces, después de hacer todas esas cosas, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizaran. Sus ancianos tendrán sueños, y sus jóvenes tendrán visiones” (Joel 2:28 (RVR 1960)
El avivamiento sustentable es generacional, trasciende a las personas. Es por eso que la transición se da en la entrega absoluta de una generación que impulsa a la otra y se acerca más al tiempo de reinar con Jesús para siempre.
El derramamiento del Espíritu no estará ya como un impacto aislado, sino como una cascada inagotable que renueva las fuerzas de la iglesia e impulsa cada uno de los ministerios. La persona de Jesús revelada por la vida del Espíritu en la iglesia se incrementará de una manera extraordinaria, cobrará una relevancia fundamental, la adoración congregacional y cada encuentro como comunidad de fe sacudirá el mundo espiritual produciendo cambios, aun en la vida cotidiana de nuestra ciudad.
Hemos sido precursores en abrir camino en diferentes áreas de la sociedad al evangelio de Cristo, ahora esos surcos abiertos serán llenos de la gloria revelada de Dios produciendo convicción de pecado, arrepentimiento y muchos nuevos nacimientos significativos. Como un ciclo que va en aumento permanente este avivamiento sustentable nos impulsa hacia la parte final de este quinquenio, donde en un mundo sumergido en la oscuridad, la iglesia de Jesús resplandece como nunca antes en las naciones en la espera de su amado. ¡Maranata! Ven Señor Jesús.