Palabra profética 2024

17 de diciembre de 2023
Compartimos lo que hemos construido a lo largo del año y de lo que Dios nos ha hablado para el año 2024, construimos juntos como comunidad de fe y la palabra que Dios nos da la vamos desarrollando, estableciendo un orden y orando congregacionalmente por la palabra. Y la palabra que Dios nos dio para este 2023 fue “Avivamiento Sustentable”, la cual es un concepto que no se agota, sobre el cual hemos caminado este año y seguiremos caminando, nos acompañó en cada trimestre, en cada momento.
Desde el 2015 al 2020 el Centro de Alabanza caminó en un primer quinquenio que fue de formación, de tomar todo lo que habíamos vivido y proyectarlo hacia el futuro. La palabra es más que un concepto, es parte de un plan, por eso no negociamos la profundidad para que la vida del Espíritu, la santidad, la integridad nos alcance a todos. Aceptamos el desafío de creer que podríamos ser una congregación de miles de personas en una ciudad pequeña y estamos en camino a eso. Trabajamos no por el número, sino por cada vida, que transformada en Dios puede transformar a otros, vemos cómo la mano de Dios ha sido extraordinaria.
Del 2020 al 2025 es el segundo quinquenio. En diciembre del 2019 Dios nos daba la palabra “Resplandece” y nos mostraba un faro. Isaías nos marcaría el rumbo de ese faro, tinieblas cubrirán la tierra, más sobre ti amanecerá el Señor. Ese concepto tan simple es el que nos ha acompañado hasta este momento. En diciembre del 2019 dábamos esta palabra y en marzo del 2020 nos venía una pandemia que apagaría la luz de todas las naciones de la tierra, nosotros nos encontraríamos con el desafío de entrar en un quinquenio con la iglesia cerrada. Pero a pesar de que la iglesia estaba cerrada la palabra ya había sido dada y la palabra de Dios siempre se cumple. Ese año en medio de la oscuridad desarrollamos medios para servir a la gente, para avanzar, para caminar en esa palabra. Este año es muy importante porque es el cierre de una década, es una etapa que concluye como iglesia local, pero también frente a los acontecimientos, a la palabra profética dada y de la situación que vive nuestro país. El año que viene es clave para cerrar una etapa y comenzar un movimiento de envío, de transformación en el año 2025 y es por eso que estamos súper expectantes a lo que Dios tiene para el año que va a venir.
Construimos permanentemente mirando a Cristo más que a la realidad, construimos día a día con diferentes historias, con nuestra casa de oración donde cultivamos aceite, con el servicio, con la generosidad. Por eso el año pasado que fue uno de los más fuertes pues decidimos hablar de la cultura de reino, de la cultura de nuestra casa, de la cultura que Dios estableció para su iglesia. Dice Efesios que el prepara a su iglesia para presentársela santa, limpia y esto es un desafío porque estamos constantemente expuestos al pecado y es muy fácil ensuciarse, romper las vestiduras, por eso establecimos vivir en culturas.
No estamos para entretener, sino que la intención primordial es imprimir en los corazones la identidad de hijos y de una cultura de reino para que puedan resistir frente a los desafíos que van a venir.
La cultura de Hogares Encendidos es impactante porque entendemos que el hogar cumple un papel fundamental en los últimos tiempos. La casa, la familia, las relaciones es algo que tenemos que revalorizar y darle prioridad porque es el blanco del enemigo, en nuestra casa es donde se vive lo que predicamos. Nuestra lucha no es contra sangre, ni carne sino contra cosas que nosotros no vemos y hay movimientos de personas y cosas que responden a un movimiento espiritual. Si bien Dios es el que quita o pone reyes, aun así hay corazones que están rendidos a la perversión, a la oscuridad, a la hechicería y a la inmoralidad. Es por eso que nosotros a las culturas las queremos fortalecer para que nuestras vidas y casas estén preparadas para hacerle frente a las acechanzas del enemigo y permanecer firmes.
Un hogar encendido puede encender una comunidad, una escuela, la administración pública porque está fortalecido y afianzado, más que en valores, en una cultura espiritual.
Cuando vienen las tormentas, no discriminan a ninguna clase social, la tormenta simplemente viene, por eso cuando ella viene a nuestras vidas nosotros tenemos un fundamento y ese fundamento puede estar establecido en cosas buenas pero que tienen poca solidez a la hora de enfrentarse a la tormenta, o puede estar firme sobre la roca que es Cristo. Por eso afianzamos nuestras vidas en las diferentes culturas que vemos como iglesia. La cultura tiene una particularidad, no solo afecta a los matrimonios, sino que afecta generaciones y por eso cultivarlas permanentemente hace que podamos estar fundamentados sobre la roca y que seamos inamovibles, inconmovibles, no por nuestras fuerzas sino por el Espíritu Santo. Lo que estamos construyendo está fundamentado, no sobre algo que se va a desmoronar sino que va a permanecer por la eternidad.
La palabra profética no adivina lo que va a pasar, sino que señala el camino por donde Dios quiere llevarnos.
Modelamos la vida de la iglesia, la cual será la que resistirá a la hora de la prueba y vera a Jesús regresar para reinar con él para siempre. Como nunca antes la luz y la claridad estuvo con nosotros, la palabra profética es la dirección, es una pieza más del rompecabezas de lo que juntos construimos, es el desafío de caminar juntos. De nada sirve si no abrimos la Biblia en nuestras casas, si no estamos dispuestos a perdonar a los que te lastiman y a partir el pan con el que lo necesita. De nada sirve si no estamos dispuestos a ser generosos y entregar de lo que Dios tiene para nuestras manos y vidas.
Lo natural nos muestra en el mundo espiritual un cambio en nuestras vidas, nuestro ajuste no se trata de ir hacia abajo, sino es hacia arriba, es volver al primer amor. Nuestro ajuste es partir el pan con quienes lo necesitan, nuestro ajuste es crecer y desafiarnos en progresar en el desarrollo de nuestro llamado, no es dejar lugares vacíos sino comprometernos a ocupar nuevos lugares. En el proceso de crecer hay movimientos, personas que están, que van, que vienen, nuestro ajuste no tiene que ver con ir por menos sino en ir por más.
Somos privilegiados de gastar nuestras vidas para Dios, preferimos gastarnos que oxidarnos.
Preferimos creer que podemos alcanzar a miles, preferimos caminar sobre la inseguridad de la fe que nos desafía a partir lo que tenemos, a invertir, a construir, a desarrollarnos, a soñar, a tomar otros espacios que quedarnos quietos y en el tiempo que vendrá la construcción de lo que Dios tiene para nosotros ira por ese camino.
AÑO 2024
El 2024 es un año clave que viene a completar un ciclo. Hemos experimentado la fidelidad y la bondad de Dios poniéndonos de pie en medio de un quinquenio que comenzó con la tierra sacudida por una pandemia. Logramos atravesar en victoria y desafiados para no perder la radicalidad y la pasión que desarrollamos en tiempos difíciles, materializando en hechos y acciones concretas que le van dando forma a una iglesia cada vez más profunda y significativa.
Este tiempo que enfrentamos nos espera con un escenario donde la incertidumbre y la necesidad serán el espacio natural en el que tendremos que movernos para revelar a Jesús y preparar el camino para su regreso. Nos consolidaremos como un prototipo de iglesia integral que abarca todas las áreas de la sociedad, que es efectiva en la tarea local, que construye puentes que llevan el mensaje a las naciones y crece en comunión con Dios dándole forma a un avivamiento sustentable, es por eso que la palabra que nos identificara este año será: SOMOS IGLESIA
Somos Iglesia es un sello distintivo de nuestra comunidad de fe que encarna la realidad del Espíritu Santo para que Jesús sea revelado de manera práctica y profunda por medio de cada miembro de la congregación. Por eso vamos a caminar juntos a través del libro de Efesios como un hilo conductor y cada trimestre revelarán en nuestras vidas y familias un nuevo aspecto de la iglesia que Jesús pronto viene a buscar para reinar con ella por siempre.
A diferencia de otros años el concepto de Somos Iglesia es algo que está en nosotros desde el 2015, es un concepto y una palabra que esta encarnada en nuestras vidas. Además, que se enseña en Escuela de Vida pero que en este año será el sello y concretara un ciclo, donde nos consolidamos como un prototipo de iglesia integra, significativa y en pleno desarrollo. Por eso al caminar en este año cada trimestre revelará un aspecto de la vida de la iglesia dentro del libro de Efesios, sobre el cual estaremos trabajando y siendo parte.
1º Trimestre (Enero – Febrero – Marzo)
EL CUERPO (Génesis, Mateo, Hechos)
(Unidad – funcionalidad – integral)
Efesios 1:21-23 (NTV) “Ahora Cristo está muy por encima de todos, sean gobernantes o autoridades o poderes o dominios o cualquier otra cosa, no solo en este mundo sino también en el mundo que vendrá. Dios ha puesto todo bajo la autoridad de Cristo a quien hizo cabeza de todas las cosas para beneficio de la iglesia. Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia.”
Jesús siembra su cuerpo en la cruz para cosechar un cuerpo, somos el fruto de su muerte y resurrección, somos la vida que el modelo, somos una comunidad que revela de forma íntegra al Dios verdadero. Anunciamos su regreso manifestando el calor de sus abrazos, la autoridad de sus pies, la gracia de sus manos, la potencia de su voz, la capacidad infinita de escuchar de sus oídos. Comenzamos este año creciendo en autoridad en el carácter de aquellos que conocen lo que ocurrirá en el final y tienen la esperanza firme de su regreso; asumiendo la responsabilidad de la referencia que Dios nos ha otorgado.
Serán meses de un contexto difícil e inestable en nuestra nación, pero con la enorme oportunidad de ser pregoneros de esperanza y preparar nuestras vidas y familias para recibir una enorme cosecha de almas. La manera de transitar el principio será fortaleciéndonos en la unidad y siendo intencionales en restaurar vínculos y sobre todo fortalecer la comunión. Se abre un tiempo de claridad sobrenatural donde el espíritu de sabiduría y revelación se manifiesta confirmando llamados y funciones específicas a desarrollar. De manera integral las vidas, las familias y la comunidad de fe serán impulsadas a un nuevo nivel de autoridad.
2º Trimestre (Abril – Mayo – Junio)
LA FAMILIA DE DIOS (Éxodo, Marcos, Hebreos)
(Familia multiétnica y espiritual)
(La paternidad de Dios – La multiforme gracia – El hogar)
Efesios 2:19 (NTV) “Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos y extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios, son miembros de la familia de Dios.”
La sociedad sangra soledad y las tensiones en el país aumentaran en este trimestre. Somos la familia de Dios que proveerá de sanidad física, emocional y espiritual en esta parte del año. Debemos renunciar al egoísmo y como hermanos será nuestro deber compartir y estar abiertos a brindar soporte a las personas más inesperadas. Somos la manifestación de la paternidad de Dios, de su bondad, de su provisión y gracia. Sin importar nuestras historias o pérdidas, estamos conectados por el mismo Padre que nos envía a discipular con amor. Se levantaran en este tiempo nuevos obreros y se consolidaran nuevas áreas. Como hermanos mayores que crecen en autoridad se desarrollan y cuidan a otros, será evidente la expansión, madurez y entrega. Ante la necesidad imperiosa de refugio, la gente que no tiene a Dios vendrá en búsqueda de un hogar cálido y es por eso que nosotros dependemos del fuego del Espíritu Santo para estar listos para recibirlos.
3º Trimestre (Julio – Agosto – Septiembre)
CASA DE ORACION A LAS NACIONES (Josué – Lucas – 1º y 2º Corintios)
(Intimidad – Intercesión – Adoración)
Efesios 3:19-21 (NTV) “Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios. Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros. ¡Gloria a él en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones desde hoy y para siempre! Amén.”
La respuesta al deseo de su corazón será el carácter distintivo de este tiempo, somos Casa de Oración a las Naciones. Es un tiempo de intimidad y profundidad que va más allá de nuestro cuarto personal, es en su casa, en su habitación, en su iglesia donde él recibe gloria para siempre, un tiempo de recreación, un tiempo de disfrute y de profundidad. Lo que nos lleva a un mayor conocimiento de sus necesidades que nos empuja a una intercesión que moviliza la oración, los altares, la guerra espiritual y sobre todo acciones concretas, proféticas; actos de fe que producen resultados extraordinarios. Crecemos en la adoración, mientras que muchos están mirando a los hombres levantando ídolos y cómodos en este tiempo, nosotros nos encontraremos deslumbrados por la belleza de Jesús y con la claridad en la que estamos, pero entendiendo su gloria. Esto nos librará del engaño y de la pasividad, desde este lugar es que manifestaremos madurez y autoridad divina.
4º Trimestre (Octubre – Noviembre – Diciembre)
LA NOVIA VESTIDA DE GUERRA (Ruth – Ester – Juan – 1º y 2º Tesalonicenses) (Apasionada – Leal – Sabia)
Efesios 6:11-12 (NTV) “Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo. Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.”
La última etapa del año representa la etapa final de la boda, la culminación de una preparación que abre paso a nuevas responsabilidades y habilita un nuevo nivel de radicalidad y compromiso. Leales a Cristo, a nuestros hermanos, a nuestra familia, a quienes nos discipulan y discipulamos. Nos encontramos con la materialización de una etapa de diez años que comenzó en el 2015 y nos desafía a extendernos para tomar el prototipo que hemos modelado y comenzar a plantarlo en otras ciudades y naciones. La urgencia de los últimos tiempos arde en nuestros corazones, no como un pánico que nos paraliza y nos llena de temor, sino como la realidad de una victoria inminente y definitiva que nos lleva a darlo todo para consolidar un cuerpo, una familia, una casa de oración, una novia apasionada digna de atravesar las pruebas y reinar con Cristo para siempre.
Somos la iglesia que constituye su cuerpo, somos la iglesia que es una familia, que es la repuesta a una sociedad destruida, somos la iglesia que es una Casa de oración a las naciones, que aunque es un pequeño punto en el final del mapa de Argentina tiende puentes para llevar a Cristo a todo lugar. Somos la Iglesia que es una novia apasionada y sabia que espera a su esposo, a su amado regresar.
Y en este cuadro son cuatro conceptos que establecen un marco, en ese marco están nuestras historias, están nuestros hijos, nuestros nietos, están nuestras familias, esta nuestra ciudad, está lo que Dios va hacer y dentro de ese marco veremos el favor, la gracia de Dios. Asumiremos nuestra responsabilidad, llenaremos el altar de adoración y caminaremos en pos de lo que Dios tiene. Son los últimos tiempos, aquellos que hablan de naciones, no es tiempo de jugar, de especular, sino que es tiempo de sentir esa urgencia de caminar en el propósito. Tal vez a este punto cuantifiques más las pérdidas que las ganancias, pero debemos entender que nada de lo perdemos se compara con lo que tenemos por delante.