Preparando el camino

27 de marzo de 2022

“Nuestros ojos se fijan en el que viene, no en lo que ya pasó. Nuestros corazones se mantienen encendidos esperando el retorno del Hijo de Dios.”

-Epígrafe por Yamila Arce.

Estamos terminando el primer trimestre del año y caminamos en estos meses sobre la palabra UNCIÓN, el Espíritu Santo está haciendo la obra en nuestras vidas y cuando miremos para atrás nos daremos cuenta que estamos más ungidos que cuando comenzamos el año porque habrá cosas que no entendíamos y ahora las tenemos claras.  

El trimestre que comenzaremos será el de SANIDAD en el cual, sin duda, no solo Dios obrará en sanidad física para nuestros cuerpos, sino también nos otorgará de buena salud para caminar sobre ella.  

Hageo 2:20-23 (NTV) Dios le habla a Hageo para que le transmita a Zorobabel el mensaje del tiempo en el que están viviendo, que más allá de estar alejados de su presencia y del contexto adverso en el que viven por el pecado, la promesa de Dios está sobre el pueblo, les menciona que los pondrá como anillo de sellar, donde los honrará y cuidará.  

Podemos sacar de Hageo tres aspectos: 

Fuimos escogidos: cuando Dios tiene un plan lo hace con las personas que elige, no estamos por casualidad, sino que fue por propósito de Dios.   

Estamos protegidos: Dios nos cuida, nos protege como anillo de sellar. El anillo tiene un significado muy importante para Dios, un valor único que simboliza el pacto hecho con cada uno de sus hijos.  

Somos entendidos: cuando prometemos algo, la persona a quien se lo decimos se activa, se queda con expectativa, se prepara para recibirlo. En el versículo 23 Dios le dice al pueblo que lo honrará y lo cuidará, pero antes de esto ya lo había preparado dándole entendimiento. Cada vez que Dios nos promete algo nos da el entendimiento para ello.  

A partir de estas tres verdades podemos ver otros aspectos en los cuales Dios prepara a la iglesia, a nuestras familias, a nuestros hogares, porque todos y cada uno de nosotros representamos al Centro de Alabanza.  

El Espíritu Santo está construyendo la iglesia que Cristo viene a buscar. Es nuestro arquitecto por excelencia y todo lo que construye lo lleva a cabo. 

Jeremías 30:24 (NVI)  Una mayor muestra de que estamos en los últimos tiempos es que la iglesia está siendo entendida en esto. Dios nos está preparando y equipando para vivir estos últimos días. Para comprender los tiempos nuevos necesitamos saber lo que paso antes, esto nos llevará sin duda a cumplir lo que viene, a honrar y creer la nueva etapa que viviremos como iglesia.  

Vamos  a tener en cuenta cinco aspectos en los cuales estamos siendo entrenados: 

Cultura de Intimidad de día y noche: Dios quiere entrenar a la iglesia de los últimos tiempos con una intimidad de día y de noche. En el cielo adoraremos todo el tiempo y si nos aburrimos en la adoración entonces no estamos preparados para estar en el cielo porque lo vamos a hacer por la eternidad. San Juan 14:9-16 este pasaje nos cita acerca del amor, de la única manera que podemos cultivar una intimidad poderosa es permaneciendo en el amor.

Nada puede hacer que Dios nos ame más o menos, Él ya nos amó por la eternidad y eso no cambia, pero sí podemos generar en nuestra familia esa cultura de permanencia en el amor.   

Debemos generar una cultura donde nuestros oídos estén atentos a la voz del Espíritu Santo. La capacidad que tiene un profeta no es lo que pueda llegar a decir, sino la capacidad de poder escuchar a Dios y hablar. Todos tenemos acceso al corazón de Dios por eso creemos que nuestras familias en este tiempo están siendo entrenadas para ello, para permanecer con nuestro altar encendido día y noche.  

Entendimiento y sabiduría: el conocimiento lo podemos adquirir a través de lo que estudiamos en una escuela, facultad y de todo lo que vamos con los años preparándonos. Mas la sabiduría viene de parte de Dios para nuestras vidas y si combinamos entendimiento más la sabiduría de Dios lograremos un arma increíble para tomar decisiones sabias, correctas en el momento oportuno. Asimismo, Dios escoge a quienes quizás no pudieron capacitarse a través del estudio haciéndolos sabios para avergonzar a quienes se creen entendidos. Daniel 12:3 – el Espíritu Santo nos da la capacidad de tomar buenas decisiones en el tiempo correcto. Dios está levantando a una iglesia sabia y entendida en los tiempos, tenemos tiempo para todo como lo dice su palabra en Eclesiastés, pero debemos aprender a identificar cuáles son los tiempos para desarrollarnos con un orden en cada espacio.  

Persecución: En San Mateo 24 nos habla de los últimos tiempos y de lo que vendrá, de cómo seremos perseguidos por causa de Jesús, donde muchos morirán a causa de su nombre y esto causará que el amor de muchos se enfríe, pero no el de todos. Creemos que somos una iglesia que permanecerá a pesar de todo, entendemos que el contexto no mejorará, pero Dios nos protegerá.  

Una iglesia madura cambia sus oraciones, ya no le pide a Dios que la saque de las tribulaciones, sino que aumente su fe sabiendo que todo está en el control del Señor. La tribulación no viene para que se enfríe el amor de la iglesia, sino para que ese amor madure. Los que resisten en la tormenta son los que tendrán el privilegio de ver a Jesús calmarla 

Amar hasta el final: San Juan 15:12-15 nos habla de que Jesús ya no nos llamará siervos sino amigos, porque el siervo no sabe lo que está en el corazón de su Señor. La amistad es algo cercano que se disfruta, donde conocemos lo bueno y lo no tan bueno de esos amigos. Es por esto que Jesús nos anima a permanecer en ese amor para desarrollarlo con los demás. Si miramos con los ojos de Dios vamos a ver en los demás lo mejor, veremos con la gracia que pone en nuestras vidas. Esto genera humildad en nosotros porque es el carácter de Cristo que se forma en cada uno. Jesús nos manda amarnos como él nos amó. Somos una iglesia que amamos y perseveramos hasta el final.

El amor de Dios nos libra de las ofensas, de todo aquello que podemos sentir y nos lleva a amar a los demás, su amor ve todo perfecto, ve la obra terminada no lo que está en proceso.  

Amar su venida: 2º Pedro 3:12-13 un mundo lleno de la justicia de Dios no viene como algo mágico, sino que Dios escoge personas para que la tierra a través de su iglesia se llene de su justicia. El Espíritu Santo nos entrena para ese gran día, esperamos expectantes, con ansias para que muchas más personas puedan ser salvas. Somos una iglesia que cultiva aceite, que mantiene sus lámparas encendidas, somos la respuesta y el clamor de Dios. Apocalipsis 22:14 

“El Espíritu Santo está preparando nuestro corazón para cuando Cristo venga a buscarnos. Somos bienaventurados porque somos una iglesia que lava sus ropas para tener acceso al árbol de la vida. Somos responsables de lo que pedimos, queremos entendimiento y sabiduría para lograr esa profunda intimidad con tu presencia, amamos tu venida y más allá de todo lo que venga confiamos y creemos, preparamos nuestras lámparas esperando con ansias que regreses Señor. Nos comprometemos como familias a apresurar ese encuentro teniendo nuestros ojos, oídos abiertos y atentos, nos enamoramos y avanzamos. No nos quedamos solo con las promesas, sino que caminamos en pos de ellas cultivando nuestra relación contigo, Señor. Declaramos que nuestros hogares están fundados sobre bases sólidas, con leña suficiente para el altar, permaneceremos de pie en el momento en que venga el fuego a probarnos. Tenemos hambre de tu presencia, Dios, no seremos avergonzados cuando venga la prueba, sino que permaneceremos porque nuestra base sólida es Jesucristo.”  

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