Oraciones precursoras

Domingo 4 de agosto de 2024

Comenzaremos diciendo que el precursor es alguien que va delante de otra persona o suceso, sienta las bases de algo para los que vienen después. Leyendo el evangelio de San Lucas en este mes vemos que Juan el Bautista es el precursor de Jesús, es quien le abre la puerta a nuestro Señor. El precursor nunca está solo, siempre está en relación con algo o con alguien. Sabemos que el Señor regresará y esto lo entendemos en este tiempo, así como Juan el Bautista fue el precursor de Jesús en su primera venida, nosotros en esta generación como iglesia somos los precursores del Señor en su segunda venida, esto quiere decir que debemos preparar el camino.

Uno de los aspectos de preparar el camino para Jesús, de ser precursores tiene que ver con alcanzar a todos los que no le conocen a Jesús, de hablarles a las personas de Jesús. Y de llevar a todos al evangelio para que este llene la tierra, que todos conozcan las buenas noticias de Jesús.

San Mateo 24:14

Toda oración es en esencia precursora, Dios dice:<clama a mí y yo te responderé…> Jesús en Lucas cuando habla de la oración dice: <pidan y van a recibir…> la oración es precursora de la respuesta divina, nosotros oramos y Dios responde, cada oración, cada petición que se eleva al cielo es precursora de una respuesta.

Una oración que hacemos con el corazón es la antesala de la respuesta divina.

Dios nos está llamando a hacer oraciones precursoras, podemos orar y vamos a recibir, abrimos el camino para Jesús ¿de qué manera? Llenando la tierra del evangelio de Jesús. Pero con nuestras oraciones también somos precursores de esas personas que van a venir. Debemos tomar el rol de intercesores porque no es para algunos o para un grupo selecto, es una esencia.

Jeremías 1:10 (NTV)

La oración intercesora de Jeremías está relacionada con personas, desea llorar sin parar intercediendo. Es un dolor profundo por el destino que está azotando a su nación, pues habían roto el pacto con Dios y él está quebrantado.

El corazón de Dios tiene que ver con personas, lágrimas y corazones quebrantados por personas, no por cosas.

Las demás cosas que anhelemos también Dios las puede dar porque él desea que no nos falte nada, pero la intercesión tiene que ver con personas.

Daniel 9:19

Hay una interacción de este profeta con Dios, está golpeando los cielos, la puerta divina diciendo ¡Señor, Señor, Señor…! El profeta estaba bien, vivía en un palacio, vivía una vida de ricos, no tenía necesidad de preocuparse por nada, pero está quebrado por su pueblo que estaba en ruinas. Su pueblo se alejó de Dios, se apartó de Dios, él está quebrado y si leemos todo el capítulo está constantemente la oración de Daniel golpeando el cielo.

Gálatas 4:19

Aquí vemos como la oración de Pablo está comprometida con las personas, está conectada, ellos son como sus hijos. Los gálatas se habían alejado de Jesús, comenzaron creyéndole pero después se apartaron, retrocedieron, perdieron el evangelio alejándose de Jesús. Pablo se siente morir porque sus hijos estaban muriéndose en su religión. La intercesión tiene una similitud con el parto, es un dolor profundo  que solo las madres lo pueden entender, así de esa manera en oración se engendran a los hijos espirituales. Esta metáfora nos ayuda a entender lo que pasa en lo espiritual. Pablo se siente comprometido con ellos, no son unos cristianos más, no son una iglesia amiga, son sus hijos, los engendro, se siente comprometido.

San Lucas 19

Jesús llora por Jerusalén, intercede por esta ciudad donde él va a reinar, comienza a conectarse con esta ciudad pues su amor es tan grande que llora por ella.

Las lágrimas son frutos de la compasión del Señor fluyendo en nosotros.

Hebreos 5:7

Jesús oró al que tenía el poder para librarlo de la muerte, pero ¿lo libró? No, terminó muriendo Jesús, pero si vamos al contexto de este pasaje está hablando de Jesús como sumo sacerdote, él es el sumo sacerdote, él es el intermediario. La tarea del sumo sacerdote era que donde estaba la presencia de Dios venia y presentaba una ofrenda por los pecados del pueblo para que estos sean perdonados. ¿Qué hace Jesús? Él está con el Padre y el Espíritu y bajando a nuestra realidad se hace hombre, en esos días como hombre comenzó este gran trabajo de intercesión por nosotros.

Hebreos no dice que Jesús oró para que no lo maten, sino que lo que hizo en su ministerio terrenal, de orar, de interceder, tiene que ver con ese clamor de intercesión por las personas. En Romanos nos dice que él se pone a la diestra de Dios y sigue ejerciendo ese poder de interceder por nosotros. Va más allá de un rol, es una esencia que porta Cristo y que nosotros también como iglesia debemos caminar en ello, él es la cabeza de todo, esa esencia tiene que estar en nosotros, Cristo nos dio el ejemplo.

Salmos 126:1-6

Podemos hablar de salvación, posición y llamado.

La salvación que nos da Jesús trae asombro y alegría a nuestras vidas.

Tenemos que expresar esa alegría si Cristo nos salvó, ese asombro por lo que hizo. Dios nos quitó la mochila del pecado y nos subió a los lugares celestiales.

Entonces ¿Cuál es la oración que tenemos que hacer? ¿Cuál es el milagro que Dios va hacer? Que los perdidos sean encontrado, que los pródigos vuelvan, que haya salvación para los que se están muriendo sin Jesús. Que los corazones secos vuelvan a tener manantiales de agua, los que están apartados del Señor vuelvan, que estén con el Señor, que lo puedan conocer.

Entramos en una etapa de guerra, el enemigo se va a levantar en contra nuestro, va por todo, ¿Qué vamos hacer? Tenemos que tomar este rol de guerra y saber que no estamos solos, sino que tenemos armas, que el Espíritu Santo está con nosotros, el mayor intercesor está con nosotros.

Nuestra oración con lágrimas es poderosa para el infierno pues es una oración cargada de amor y sabemos que el amor derriba las obras del mal, Satanás no puede con eso. El amor no es su terreno, no es su manera, no es su lenguaje, cuando viene el amor cargado con lágrimas, tiembla el enemigo, las obras del mal son derribadas, las oraciones con lágrimas son como bombas hacia el infierno.

Así como Juan se recostaba en el pecho de Jesús y escuchaba el latido de su corazón, así nosotros hoy podemos escuchar su corazón y como alguien dijo: <tiene dos movimientos –que ninguno se pierda, que todos se arrepientan-

Al escuchas el latido del corazón del maestro podemos llenarnos de compasión y expresarlo en la lágrimas cuando oramos. Lágrimas que hablan de la compasión del Señor, lágrimas que gritan más fuerte que mil voces unidas, lágrimas que con euforia o en silencio pueden detener al enemigo y hacer brotar del desierto agua viva. Lágrimas que es el lenguaje de la compasión. El lenguaje que habla Jesús, el amor traducido en tus ojos y si nosotros actuamos así, el avivamiento está más cerca de lo que pensamos, el avivamiento está al alcance de nosotros. Si oramos con esta actitud, tomamos este rol, algo grande debe suceder, un avivamiento va a sacudir nuestras vidas, nuestras familias, no es para un grupo selecto.

Dios tiene un avivamiento para nosotros y vendrá a través de las lágrimas, vendrá a través de una iglesia intercesora.

“Nuestra oración es poderosa, la oración del justo puede mucho, vamos a golpear, vamos a sacudir al infierno con nuestras lágrimas. Oración y lágrimas, que ninguno se pierda, que todos se arrepientan. Así pelearemos nuestras batallas, de rodillas, si clamamos con lágrimas vamos a terminar cantando con alegría. Hagamos oraciones precursoras que abran el camino, lágrimas que preparan el camino para los que están cautivos, lágrimas de intercesión. Corazones que oran, esta es nuestra cultura, es nuestro rol, es nuestro llamado. Hay un avivamiento para nuestra tierra, que no se pierda ninguno.”

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