Crecimiento

2 de abril de 2023

Este trimestre al cual vamos a entrar habla de crecimiento lo cual significa romper, incomodidad, desafiarse a ir más allá de lo que nosotros podemos. Leeremos en este trimestre 1º y 2º de Corintios, Santiago y Zacarías que es el profeta puente entre el antiguo y nuevo testamento. Para este trimestre escribíamos lo siguiente:

“El Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Por tanto, todos nosotros, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su imagen, por la acción del Espíritu del Señor.”2º Corintios 3:17 (RVR)

Donde el Espíritu es Señor la vida fluye, los ambientes son transformados habiendo un crecimiento de profundidad y fortaleza.

Esta etapa del año será fundamental para el tiempo que vamos a vivir hasta que se cierre este quinquenio. El crecimiento es una marca de referencia de que hay sanidad en el cuerpo, pero debemos estar dispuestos como familia e iglesia para hacernos las preguntas difíciles: ¿Qué cosas hemos postergado o están detenidas?, ¿Nos hemos acostumbrado a lo sobrenatural?, ¿En qué áreas el Espíritu aun no es Señor?, ¿Estamos dispuestos para atravesar la tribulación con gozo?, ¿Cuál es la razón por la que arde nuestro corazón? Nos preparamos para fortalecer el desarrollo, como un tutor que direcciona el crecimiento de un árbol dándole fuerza y protección contra el viento. El Espíritu Santo se revelará en nuestras vidas preparándonos para la siguiente temporada, un tiempo de gran cosecha se aproxima.

Si sabemos que viene un tiempo de gran cosecha nos debemos preparar, nos hacemos las preguntas difíciles, porque si la cosecha llega y no estamos listos habrá perdida. Es como si los pescadores, que no arreglan sus redes, salen a pescar con sus redes rotas, puede que tengan una gran captura pero perderán todo lo que les fue dado. Entonces nos preguntamos ¿estamos preparados para el ascenso que Dios tiene para nuestras vidas? Para ello debemos sentarnos como familia y hacernos las preguntas difíciles, lo mismo así con nuestros grupos de vida, con nuestras esposas y esposos e hijos.

Este es un año de decisiones para Argentina, se decidirán las autoridades y eso marca algo en el mundo espiritual porque nosotros tomamos decisiones más profundas pues ya hemos decidido quién es el que gobierna nuestras vidas: Jesucristo, y en el resto de las cosas nos acoplamos para cambiar la realidad, nos involucramos para que Cristo sea conocido, para transformar ambientes logrando que las cosas sean diferentes y mejores. Esto lo hacemos entre todos y por medio del Espíritu, pero este es el momento para arreglar todo lo desarreglado.

El texto mencionado anteriormente nos dice que donde está el Espíritu del Señor hay libertad, por eso si en nuestro hogar y vidas vive el Espíritu seremos libres, de lo contrario seremos esclavos del pecado, de la ira, de la rabia y de las cosas que no funcionan. La falta de santidad destruye los hogares, logremos ordenar nuestros hogares y amar con el amor de Dios. Debemos entender que hay cosas que en algún momento funcionaron pero que después en otros tiempos se volvieron obsoletas porque la medida de lo que Dios tiene para nosotros es mayor. Las preguntas difíciles debemos hacerlas en los momentos oportunos que es cuando Dios nos llama para poder estar preparados en el momento de la cosecha, para poder estar listos para cuando llegue el momento.

La libertad produce plenitud y mientras nosotros vamos mirando como en un espejo a cara descubierta la gloria del Señor vamos siendo transformados. Donde el Espíritu del Señor está hay libertad para crecer, para soñar, para esforzarnos, para avanzar y para cambiar nuestra manera de pensar.

Cuando vamos a la presencia de Dios nos exponemos y su gloria nos transforma de manera fuerte. El apóstol Pablo dice: que esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un mayor peso de gloria. ¿Cuándo somos transformados? Cuando por la libertad que tenemos en el Espíritu atravesando nuestras tribulaciones y nos encontramos con la gloria de Dios. Cuando nos caemos y tenemos que volver a levantarnos, y nos miramos en el espejo, no viendo nuestra vida arruinada, ni nuestros intentos fallidos, ni el daño que nos han hecho nuestros padres, sino que atravesando la tribulación vemos la gloria de Dios. 

Entonces aunque sentimos el dolor y estando con nuestras emociones revolucionadas vemos en el espejo a su gloria transformándonos y preparándonos para lo que va a venir. Es imposible tener éxito en la vida si no hemos fracasado antes, es imposible que logremos lo que hemos soñado sin haber intentos fallidos antes, esto es la vida real y en la vida real Jesús es el protagonista.

Tenemos un Dios todopoderoso que penetró nuestra realidad haciéndose carne, venciendo a la misma muerte, siendo perfecto y dejándonos un camino para que tengamos autoridad.

Por eso funciona cuando vivimos una vida de integridad y santidad, ¿Qué hacemos con lo que tenemos a la mano? Expongámoslo y esforcémonos, amemos, desafiémonos a un ascenso, sirvamos a otros para que puedan crecer, mirémonos en el espejo de su gloria, no en el espejo de nuestra vida pasada, ni de los comentarios de las personas. Si vivimos sometidos a esto la realidad será nuestro señor, pero nosotros nos movemos en el Espíritu, él es nuestro Señor por eso donde su gloria se expresa nos exponemos y somos transformados a su imagen creyendo que esto puede cambiar la ciudad, los corazones y renueve nuestras vidas.

Este es un trimestre muy especial, entramos juntos, somos puentes de reconciliación, de paz, de transformación. Entendemos que cuando el enemigo quiere ganar la guerra lo primero que dinamita son los puentes, por eso nos molesta todo el tiempo, pero lo que no sabe es que cuando el viene, como rio el Espíritu Santo levanta bandera sobre sus hijos. El ataque del enemigo nos fortalece porque por medio de la vida del Espíritu podemos vivir en libertad. Hagámonos en este tiempo las preguntas difíciles para poder estar listos pues viene nuestro ascenso en camino, creceremos, nos desarrollaremos, avanzaremos, vamos a romper con nuestras limitaciones porque él ya lo ha determinado todo, ya todo lo ha comprado en la cruz del calvario. Por eso, queremos estar listos viviendo en la libertad del Espíritu para que cuando llegue esa cosecha para nuestras vidas nada se nos escape.”

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